Adicciones y narcotráfico en Jujuy, más dudas que certezas

El discurso del gobernador Fellner en la apertura de las sesiones ordinarias, en relación al tema de las adicciones y el combate al narcotráfico, dejó más dudas que certezas. El primer interrogante es que se propone hacer, además del estéril y remanido recurso de convocar a un debate que seriamente, no se preocupó en dar en todos los años de su gestión, caracterizada además, por la inacción frente a estos problemas.

En consonancia con el discurso del gobierno nacional, del cual nuestro gobernador es solo un eco opaco y tedioso, la problemática del narcotráfico se mantiene solo en la inacabable discusión sobre si somos un país de tránsito, de producción o de consumo, permitiendo mientras se ensayan excusas y justificaciones, que una realidad inexorable nos pase por encima, con traficantes y productores, mientras nuestros jóvenes ven minadas sus posibilidades de construir sus proyectos de vida por falta de oportunidades y de atención de calidad.

Mientras todos los responsables políticos, mantienen al narcotráfico cautivo de la retórica, de las expresiones más o menos ocurrentes, de la estudiada indignación ante la inclusión del país en una estadística alarmante, o de las explicaciones seudo políticas y electoralistas, el país sigue siendo escenario de la acción de narcotraficantes que ingresan por  nuestras fronteras que por su alto grado de permeabilidad podríamos definir casi  como una invitación, lamentablemente.

La gravedad del problema que solo parecen no ver los gobiernos nacional y provincial, reclama acciones urgentes. Más que debatir el gobernador debería pensar en decidir la desfederalización, para que sean nuestros tribunales los que se hagan cargo del microtráfico, debería reclamar cuando el Ejecutivo nacional retira a la gendarmería de la frontera para trasladarla a lugares que convienen a sus intereses electoralistas, debería reclamar por la implementación de los juzgados federales creados, debería promover por las vías y con las acciones correspondientes el control del tráfico de los vuelos clandestinos del narcotráfico, entre otras medidas.

En lugar de debatir, quizás nos resultaría más útil que realizara una profunda investigación del consumo de las sustancias psicoactivas procurando contar con datos producidos con rigor estadístico, sin manipulaciones, que de manera genuina nos permitan un diagnostico cierto y definir una política pública estratégica en materia de adicciones.



No puede ser que la acción oficial en materia de adicciones, se limite a  sentarse a aplaudir lo que el voluntarismo de la Nación pudiera esporádicamente producir para la foto en nuestra provincia.-